BYPASS GÁSTRICO

a cirugía bariátrica ha sido una de las mejores decisiones de mi vida”

Mi Bypass Gástrico antes y después…

Desde niña siempre fui la “gordita” del salón y del grupo de amigos.

Nunca logré ser buena para los deportes, podría decir que era bastante torpe, por lo que siempre era la que escogían al final (como última e indeseable opción) cuando había que hacer equipos en la clase de educación física.

Mi vida escolar fue más enfocada al estudio y me esforzaba por destacar en esa parte para “nivelar” los ataques a mi apariencia que siempre padecí.

En la secundaría baje mucho de peso porque mi madre decía que en la secundaria podía sentirme mas vulnerable a los comentarios de otros niños por lo que me puso en una dieta SÚPER estricta y EXAGERADA a base de licuados y ejercicio durante TODO el verano.

Debido al crecimiento y desarrollo que se tiene a esa edad (12 años), pude mantenerme un poco mejor dentro de mi  “peso” a lo largo de mi vida escolar, aunque cada año veía cómo iba aumentando de peso poco a poco y a partir de ese momento empezó mi relación odio-amor con las dietas de todo tipo.

Y así estuve subiendo y bajando de peso durante muchos años, hasta que tuve a mi hija. En el embarazo subí casi 20 kilos de los cuales bajé la mitad en un inicio (con unas pastillitas mágicas que nunca supe de qué eran).

Después sufrí el “efecto rebote” donde volví a subir de manera progresiva.

Lo único que fue constante durante todos esos años fueron los comentarios crueles, las miradas de rechazo o lástima.

Yo pensaba que mi salud era envidiable, no tenía azúcar alta, hipertensión o colesterol, todo estaba normal.

Culpe a la tiroides (si!, seguro esa maldita me saboteaba) pero no, también en ese aspecto estaba dentro del rango normal.

Yo no me veía ni me sentía tan mal, al final mi autoestima estaba bastante “trabajada” (para evitar que los comentarios de otras personas me hicieran daño).

Me veía en el espejo y estaba bien, si tenía “pancita” pero normal, no?

Era en las fotos donde me veía tal cual era y no me gustaba nada, no se parecía a mí y para arreglar este pequeño “inconveniente” opté por no tomarme fotos o salir atrás donde nadie pudiera reconocerme (ni yo misma).

Y así fue incrementado mi peso hasta llegar a los fabulosos 105 kilos.

Aquí fue donde realmente me asuste. Cuánto más quería pesar? Qué tenía que pasarme para poder terminar con este aumento de peso constante?

El problema era mi relación con la comida, mi adicción a ella. Ya comenté que en mis estudios de sangre todo estaba normal pero, y si me hacía diabética? Y si me daba un paro cardiaco?

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud:

Un IMC elevado es un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles,

• Enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatía y accidente cerebrovascular), que en 2012 fueron la causa principal de defunción
• Diabetes
• Trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante)

Tengo una hija a la que amo con todo mi ser, iba quedarse sin mamá porque yo no podía controlarme? Iba a permitir que mi mala relación con la comida siguiera afectando mi vida? Hasta cuándo?

Ya no era si mi mamá me decía algo, si me sentía mal cuando compraba ropa porque no me quedaba lo que me gustaba o si no salía en las fotos, era por SOLO POR MI.

Me puse a investigar y a pensar mucho en lo que pensaba hacer. Fueron meses de emociones encontradas. Era la cura mágica? Y si me moría de cualquier forma? Y si no resulta?

Fui a varias entrevistas con muchos cirujanos bariatras, desde el charlatán que te dice cómo hacer fraude con tu seguro médico (que aquí en México no lo cubren este tipo de operaciones), hasta el que te cobra el resto de tu vida en cómodos plazos.

Afortunadamente encontré a la Dra. Adriana que me dio mucha confianza y me explicó cual cirugía bariátrica era la mejor para mí (entre manga o bypass Gástrico, eran mis dudas), los beneficios y consecuencias de cada una y algo muy importante: “Cualquier proceso que eligiera era SOLO UNA HERRAMIENTA”.

Si se baja de peso porque obviamente comes menos pero si uno no cambia la mentalidad y no se siguen las recomendaciones, todo el proceso no funciona y habré perdido además de dinero, mi tiempo.

Ingresé a quirófano para mi cirugía el 13 de agosto de 2015 a las 8 a.m., recuerdo sentir miedo y llorar rumbo al quirófano.

También recuerdo despertar 4 horas después como si hubieran pasado 5 minutos y sentirme muy mal, con dolor de espalda y náuseas. NO es agradable el periodo post operatorio, pero por la tarde pude levantarme y caminar un poco.

Mi bypass Gástrico se realizó por laparoscópica por lo que solo tienes 5 pequeñas incisiones alrededor del ombligo (lo fuerte está por dentro!!), al otro día me sentí mucho mejor y pude irme a casa a descansar.

A la semana que me quitaron los puntos la doctora me preguntó si quería ver las fotos de mi operación para que pudiera observar el daño que estaba causando la obesidad en mis órganos.

Vi en alta definición mis vísceras rodeadas de grasa, mi hígado parecía carne Kobe, enorme y lleno de puntos blancos (hígado graso).

Quien iba decir que la lonjita que se ve en espejo NO era algo sin importancia, lo más crítico es la grasa que tienes por dentro, esa es la que mata!!.

Y con esta visión es con la que he vivido todos estos meses, la que me mantiene a pie de lucha para no bajar la guardia y seguir ganando la batalla.

Qué puedo comer?  de todo. Cuanto puedo comer? Poco.

Las primeras semanas tienes una dieta líquida tomando a sorbitos pero solo es porque tienes un estómago nuevo y tiene que re-aprender junto contigo a comer.

Poco a poco vas incorporando purés, papillas, hasta comida más suave. Y al final comes normal solo en porciones más pequeñas.

Hay alimentos que ya no puedo comer, no porque no pueda si no porque ya no me sabe igual o no me caen bien, pero han sido pocos.

Mis prioridades para comer también han cambiado, ahora busco algo que me nutra (proteínas) en lugar de algo que me llene (carbohidratos).

No puedo mentir, después de casi 5 años de haber tomado la decisión de realizarme el Bypass Gástrico, sigo pensando que invertir en mi, en mi salud, en un cambio de vida, ha sido una de las mejores decisiones que he tomado.

Ya no le huyo a las fotos, al contrario, me pongo al centro y al frente!! Y cuando me miro al espejo veo a una mujer mas feliz.

Y todo este cuento va porque se dice mucho en internet pero solo hablando con alguien que ha pasado por algo así y sabe lo que es el bypass gástrico antes y después,  se puede comprender de que se trata.

Solo espero que al compartirte mi experiencia con la cirugía bariátrica pueda ayudarte de alguna manera. Al final es tu decisión y solo TU puedes cambiar tu vida como lo hice yo.

 GABY

BYPASS GÁSTRICO -40 KILOS